Publicado 28 de enero de 2024 en Hombre por Academia Tena
La disfunción eréctil se ha convertido en una condición que afecta a muchos hombres con sus experiencias sexuales, y en general, con sus relaciones interpersonales. Además, esta afección podría indicarnos alguna otra patología subyacente que necesite diagnóstico y supervisión médica.
¡Te contamos todo lo que necesitas saber sobre el comportamiento de un hombre con disfunción eréctil!
La disfunción eréctil, o también conocida como “impotencia”, hace referencia a cuando el miembro del hombre no es capaz de lograr o sostener una erección durante un encuentro sexual, ¡no tiene por qué ser motivo de vergüenza! Todo lo contrario, hablar acerca de esta condición, puede ayudar a que muchos pacientes se informen sobre los tratamientos adecuados, y así mismo, mejoren la confianza en ellos mismos.
Debes saber que, en ocasiones es algo común que puede suceder sin necesariamente tener una causa específica, pero cuando se presenta de manera recurrente e interfiere en la calidad de vida en pareja, o en tu propio estado de ánimo, ¡sí debe ser motivo de consulta!
La disfunción no siempre suele aparecer por factores de la edad, pero sí es más común en hombres a partir de los 40 años.
Si hablamos de cifras, antes de mencionar las principales causas de la impotencia en hombres, es importante saber que alrededor del 80% de estos detonantes, suelen ser de origen físico, y el 20% restante de los casos, están relacionados con factores psicológicos o emocionales. ¡Acompáñanos a profundizar más!
Diariamente, todo lo que estamos pensando, los miedos que tenemos, las culpas o las situaciones que cargamos, también se reflejan en nuestro cuerpo, no sólo con dolores de cabeza o molestias musculares, sino también, mediante la disfunción eréctil. Por ejemplo;
Algunas enfermedades se convierten en factores de riesgo en el comportamiento de un hombre con disfunción eréctil, ¿cómo cuáles?
Ten en cuenta que no siempre se tiene conocimiento de estas enfermedades y los episodios de impotencia son predictores de estas patologías, por eso, es súper importante que, al tenerlos de manera frecuente, visites al especialista y descartes cualquier complicación médica.
¿Cómo influyen las hormonas en esto? ¡Mucho más de lo que puedas pensar! Según el Manual MSD para el usuario, algunas alteraciones hormonales, especialmente los bajos niveles de testosterona en hombres, están relacionados con un deseo sexual bajo, lo cual, a largo plazo, podría ocasionar episodios de disfunción eréctil.
A menudo, también se relaciona la disfunción eréctil como un efecto adverso de algunos medicamentos específicos. Por ejemplo, antidepresivos, medicamentos para tratar el cáncer de próstata, para las afecciones cardíacas, sedantes, e incluso medicinas que disminuyen el apetito. Si te identificas con alguno de estos casos, te recomendamos informarte sobre las reacciones secundarias y hablar con tu médico para encontrar una solución a la impotencia.
Como ya sabes, la impotencia no se trata sólo de una condición física, sino que puede ir mucho más allá y significar una condición médica más compleja. Por esta razón, aprender a detectar los signos de la disfunción eréctil es clave para seguir cuidando tu bienestar, y además, tu calidad de vida en pareja.
Estos son algunos de los síntomas que pueden ir apareciendo:
Si eres de los que piensa que en algún momento de tu vida llegará la disfunción, y no habrá remedio, ¡estás equivocado! Pues hay muchas maneras de prevenir esta afección que incluso, en su mayoría, están relacionadas con el llevar un estilo de vida saludable, con chequeos médicos que nos permitan conocer los factores de riesgo, y así mismo, tener el tratamiento indicado en pro de no desatar episodios de impotencia sexual.
Algunas de las medidas que puedes tomar, tanto para la prevención de la DE (Disfunción Eréctil), como para complementar el tratamiento, son:
La disfunción eréctil, se divide en:
Muchas son las preguntas que puede hacerte el especialista al momento de acudir a consulta, pues bien, cuando no hay un factor de riesgo, es preciso investigar el historial clínico del paciente hasta dar con la causa exacta. Por eso, es importante descartar antecedentes de enfermedades subyacentes, cirugías de la próstata, lesiones en la pelvis o en la espalda, trastornos nerviosos u hormonales, trastornos psicológicos, traumatismos, e incluso, el profesional también te preguntará por tu intimidad. Desde TENA, sabemos que no es nada fácil hablar de estos temas, pero es necesario para darte un diagnóstico preciso.
Según la revista de salud, Cuídate Plus, el tratamiento para la disfunción eréctil debe comenzar siendo el menos invasivo posible, y según los resultados que se obtengan, optar por tratamientos más complejos como los medicamentos o una cirugía -que en la mayoría de casos-, se trata de un implante o prótesis de pene que se infla cada vez que se desea una erección.
Entre los medicamentos más conocidos para tratar la impotencia, quizá ya conozcas algunos, encontramos el Tadalafilo (Cialis®), el Vardenafilo (Levitra®), el Sildenafilo (Viagra®) y el Avanafilo (Spedra®). Sin embargo, se debe evitar su consumo siempre y cuando el médico o profesional aún no lo haya recomendado.
¡No es fácil! Esta es una de las condiciones que más podrían llegar a acomplejar a un hombre en cualquier momento de su vida. Sin embargo, contar con el apoyo de la pareja o de un profesional en el tema es crucial para que el comportamiento sea el adecuado y evitar patrones depresivos, de ansiedad o estrés que puedan complicar aún más la disfunción.
Si la pregunta es: ¿cómo es el comportamiento de un hombre con disfunción eréctil?, podríamos hablar de cinco de etapas principales:
Cuando el hombre, en la mayoría de los casos, desde el “ego” se rehúsa a aceptar su condición porque cree que se trata de algo temporal, que no tiene importancia o que simplemente, no existe.
Comienza justo cuando piensa que el motivo de la impotencia son factores externos, y no se trata de él. Así que las razones principales serán el estrés del trabajo, problemas familiares o algún medicamento que está tomando.
Es natural que el comportamiento de un hombre con disfunción eréctil, en algún momento, sea alejarse de su pareja o decidir no tener más relaciones sexuales. Sin embargo, este tipo de situaciones afectarán su autoestima, su manera de relacionarse con otras personas, y que su estado de ánimo no sea el mejor. Por eso, es súper importante la siguiente fase.
Por difícil que sea, ¡porque lo es! Este es uno de los momentos más cruciales para quienes han experimentado impotencia o están pasando por una situación similar. Aceptar la condición, hablarlo abiertamente con la pareja y, además, un profesional en el tema, es el primer paso para empezar a buscar soluciones.
Será el profesional médico quien sugiera la mejor terapia, tratamiento o medicación para mejorar la disfunción. El paciente deberá estar abierto y mantenerte positivo a cualquiera de estas alternativas, poniendo de su parte para que su vida sexual vuelva a ser plena y satisfactoria.
Tanto en el caso de un joven con 20 años, así como un adulto de 40, 50 o mayor; contar con alguien que sea su apoyo, que lo acompañe a buscar soluciones, que en vez de “juzgar” comprenda la situación y sobre todo, que tenga paciencia en todo el proceso, ¡es fundamental! De esta manera, el hombre podrá enfocarse en el tratamiento para recuperar su placer sexual, sin presiones o sentimientos de vergüenza.
Tratar una disfunción eréctil ¡es mejor en equipo! Por ende, si te encuentras en esta situación y te resulta difícil comunicarle a tu pareja que necesitas su apoyo, o si, por el contrario, sientes que tu esposo o compañero te necesita, sigue estos consejos:
Desde TENA queremos que vivas cada etapa de tu vida sin molestias e impedimentos para disfrutar plenamente tus actividades diarias.